Tribulaciones y sinsabores

El blog de las elucubraciones y desventuras de:

Perejil Verde (Thais), sinceridad pura,

Chorizo Rojo (Judith), que ve el mundo de otra manera, y

Azúcar Glass (Mario)que siempre busca el lado bueno.

.

domingo, 22 de marzo de 2009

No me veas, que te veo.


2024- Burgos. Una casa de campo. Un hombre trajeado mira por una ventana observando lo que hay en el salón.

- Eh tú, pero ¿pero qué andas mirando?

- Pues nada, su salón, que está muy bonito y decorado con buen gusto.

- Pero es mi salón... ¿quién le ha dado permiso para asomarse a la ventana?

- No necesito permiso, amigo, vivimos en la sociedad de información. No hay restricciones a la privacidad. Todo es visible por todos. ¿No se ha enterado? ¿No ha visto la tele ultimamente?

- Pero qué dices tío, que dejes de mirarme, que quiero vivir en paz y hacer lo que me dé la gana sin que se entere nadie.

-¿Está usted seguro?


¿Hacia dónde vamos? Todo apunta a que poco a poco vamos cediendo, no sin mucha presión, a un futuro sin tapujos ni intimidad. Y esto nos repercute directamente a los españoles, más que nada por nuestra forma de ver el mundo. Nuestra sociedad ha evolucionado demasiado deprisa. Hemos pasado de lo rural, de conocer hasta los detalles más escabrosos de toda nuestra comunidad a un mundo urbano, desangelado y en el que nadie conoce a nadie. Por esto triunfa tanto la prensa rosa, y la telebasura. Nuestra esencia hispana nos exige el cotilleo, la fanfarria y saber de todo y de todos.

¿Cómo no vamos a acabar en un mundo sin intimidad, si ansiamos que salvo nosotros nadie la tenga? Nuestro subconsciente nos exige conocerlo todo de todos, pero proteger al máximo todo lo que consideramos "personal". Ahora que las reglas están cambiando nos asustamos, pero en mi opinión, lo mejor es dejarse llevar por las circunstancias.

Para todos aquellos horrorizados por la pérdida de la privacidad les recomiendo esta página.